En el imaginario sexual colectivo del hombre heterosexual hay una grandísima cantidad de acciones sexuales que han ido cambiando.
Las fantasías sexuales en la actualidad
Algunas se han mantenido con el paso del tiempo, llegando hasta nuestros días como la idea de participar en una orgía o el practicar sexo con varias mujeres a la vez.
En la actualidad las fantasías sexuales más recurrentes son aquellas en las cuales el hombre tiene un papel dominante a la hora de realizar el acto sexual con la mujer, siendo muy común la idea de que haya varias mujeres al servicio del hombre con una actitud de sumisión o pasividad.
Fantasías sexuales más comunes
La orgia es otra de las grandes fantasías de muchos hombres, sean de la cultura que sean, la idea de realizar el acto sexual junto a varias personas a la vez, ya sean estas hombre o mujer, parece excitar en gran medida a los hombres de todo el mundo.
El apetito sexual es motivado por estas fantasías que ya desde temprana edad son recurrentes en los sueños de los hombres, tendiendo a ser muy frecuentes en la pubertad, y decayendo algo en la fase adulta, aunque depende mucho del individuo en cuestión. Existiendo una gran cantidad de variantes dependiendo de la persona que fantasee.
Las fantasías pueden ir desde el deseo de tener un coito con una desconocida que se acaba de ver a realizarlo con una persona muy familiar. Estas no suelen seguir un patrón estándar para todos los individuos y están sujetas a numerosos factores: culturales (costumbres y tradiciones), de la educación, del lugar donde se vive, de la forma de relacionarse, de las modas y tendencias… El estado sicológico y emocional, y las experiencias vividas tienen mucha influencia sobre estas fantasías.
La penetración anal también es uno de los deseos más comunes en los hombres y se suele fantasear mucho con ello, ya que el trasero de la mujer ha sido sexualizado desde antiguo.
La felación en todos sus modos sigue siendo una de las fantasías más deseadas de todo hombre heterosexual, ya sea de una o varias mujeres, y en la industria del porno esta temática es muy explotada, habiendo una gran cantidad de secuencias filmadas sobre ello.
La pornografía se esfuerza en conseguir presentar todas las fantasías sexuales que tienen los hombres heterosexuales para atraer su atención, ya que este sector suele ser el gran consumidor del porno a nivel mundial. Algunas fantasías incluso son creadas por esta industria, y a partir de su visionado es cuando el individuo desea recrearlas. Nuestro servicio de videollamadas porno es también una forma de cumplir esa fantasía.
Ligado a la pornografía siempre está la fantasía de acostarse con una actriz porno. Muchos de esos fetiches van en base al físico de la actriz, un claro ejemplo son las actrices de pechos pequeños más excitantes que aparecen muchas veces en los sueño y fantasías de los hombres.
El fetichismo tiene una gran importancia a la hora de determinar que fantasías son tenidas por una u otra persona. En los últimos años se han puesto muy de moda la utilización de juguetes eróticos de todo tipo, tanto para el uso el hombre como de la mujer, desde el clásico consolador a la moderna vagina artificial eléctrica. A esto se unen nuevas tendencias como el deseo de masturbarse y eyacular con y sobre cualquier parte del cuerpo femenino. Siendo la ropa interior un gran clásico dentro del mundo de las fantasías sexuales masculinas.
Fantasías sexuales homosexuales
Dentro del colectivo homosexual también hay gran cantidad de fantasías que tienen muchas similitudes con las fantasías de los heterosexuales pero cambiando a la mujer por el hombre. Nuestros chicos de sexo telefónico gay conocen muchas de esas fantasías debido a que se las dicen constantemente.
Las fantasías son ideas o imaginaciones que ponen en juego la creatividad sexual del individuo. Se dice, según las últimas relevaciones estadísticas, que 9 de cada 10 personas fantasean regularmente. Según Arantxa Moliner, psicóloga emocional y educadora sexual: “Una fantasía es una representación mental que evoca algo que vivimos o algo que creamos en nuestra mente que nos provoca excitación. Y no tiene por qué incluir solo imágenes, sino también elementos sensoriales de tacto, olfato, oído, de temperatura… Nuestra imaginación puede ser muy potente”.