Seguramente, por el nombre de periodo refractario, no te suene a lo que nos estamos refiriendo; sin embargo, es algo que hemos tenido muy presente en ciertas épocas de nuestra vida. Con este término hacemos referencia al espacio de tiempo que se sitúa entre que hemos sentido un orgasmo y el momento exacto en el que nos volvemos a excitar.
Existen algunos consejos para conseguir disminuir ese tiempo al mínimo y así seguir disfrutando del sexo para rendir como nunca antes.
Algunos consejos para reducir el periodo refractario
Práctica en solitario: Para conseguir reducir este tiempo, lo primero que tienes que hacer es practicar tú por tu cuenta. Mastúrbate y luego concéntrate al máximo para mantener la eyaculación el máximo tiempo posible. Existe un pequeño truco para conseguirlo aunque pueda parecer contraproducente: la idea es excitarse lo máximo posible.
En este caso, cuanto se llega al orgasmo, el semen que se produce no tiene la cantidad necesaria como para poder calmar la excitación. Será entonces cuando nuestro cuerpo tenga ganas de más.
Ejercicios de Kegel: Con estos ejercicios podemos fortalecer los músculos que se encuentran en el camino del hueso del pubis hasta el coxis. Si se hace este ejercicio en series de 20 repeticiones, podemos ser capaz de controlar lo máximo posible la eyaculación. La idea consiste en no eyacular o hacerlo lo menos posible para poder seguir teniendo sexo una vez que haya terminado el primer asalto.
Prueba y error: Tienes que saber que esto no es algo que te vaya a salir a la primera. Se necesita mucha práctica y mucho autocontrol para conseguirlo. Te recomendamos que te lo tomes con calma y que vayas probando de forma progresiva: te darás cuenta de que los resultados cada vez serán mucho más intensos y placenteros.
Ahora ya sabes lo que es el periodo refractario y como puedes reducirlo al máximo.