Seguro que ya has escuchado hablar de la figura del empotrador. Sin embargo, hay mucha desinformación al respecto; de hecho, muchas personas siguen pensando que se trata de un hombre que maneja a una mujer a su antojo en la cama, penetrándola sin preguntar y con fuerza y vigor. Según esta creencia errónea, este tipo de conducta proporcionaría mucho placer a la mujer.
Ahora bien, la verdad es que un empotrador no es nada de esto. Sigue leyendo para conocer todos los detales sobre esta figura y algunas claves para convertirte en uno.
¿Qué es un empotrador?
Un empotrador es un hombre que tiene unas características muy definidas y las ideas muy claras. Puede no ser el más guapo o el más simpático del local, pero estaremos de acuerdo en que tiene algo especial y diferente.
Se moverá con la autoestima bien alta por el entorno y no será el que está siempre disponible. Tampoco estará desesperado, ni irá a por la primera mujer que se encuentre.
El empotrador estudiará el entorno con detenimiento, elegirá a su presa y acudirá hacia a ella con las ideas claras. Sin embargo, se tomará su tiempo, aunque no será demasiado. Irá con seguridad, aunque solo gastaría la energía justa porque sabe que no necesita más.
Otra de las características de un empotrador es que siempre está ligado a un aura de misterio.
Por otra parte, no necesita estar presumiendo de sus conquistas, aunque está más que claro que es el que más liga.
Tips para convertirse en un buen empotrador
1. Saber escuchar
Esta es una premisa básica del buen empotrador. En el caso de que hable sin parar de su vida, podemos asegurarte que no lo es.
Una característica clave es saber escuchar y orientar la conversación hacia un lugar en el que la chica esté lo más cómoda posible. Mientras te escucha, el empotrador estará relajado y te observará sin más. Además, disfrutará de lo que ve.
Por otra parte, el empotrador se tomará su tiempo en conocerte; aunque tenga un claro interés sexual hacia a ti, no sacará el tema sexual de inmediata.
Te observará, pero no lo hará de manera constante. No te interrumpirá, pero sí que te hará pregunta que permitan que la conversación continúe.
También destacará su amabilidad y su saber estar con los demás. Cuando se encuentre en eventos públicos demostrará que se lo pasa bien, pero siempre estará levemente enfocado hacia a tu dirección o habrá algo que apuntará hacia a ti.
2. No esperes una invitación
Un empotrador debe actuar con la seguridad suficiente como si supiese todo lo que va a ocurrir. Por ello, no pedirá invitación ni llevará a cabo sus acciones de forma tímida.
Si necesita cogerte de la mano, o de la cintura para llevarte a algún lado, lo hará sin ningún tipo de vacilación.
Todo debe fluir con un buen empotrador de forma natural. Por ejemplo, esto debería ocurrir tanto si subes a su casa, como si él sube a la tuya.
Por lo general, no le van los besitos ni los picos, sino que dará un morreo bueno, y lo harán en el momento justo en el que se ha elevado la tensión sexual, pero siempre teniendo la iniciativa.
Además, un empotrador también puede hacer acciones como agarrarte por la cintura y sentarte en la barra de un bar o en la encimera de la cocina. Y lo mejor de todo es que lo habrá hecho de una forma tan rápida que la chica ni se dará cuenta.
3. Nada te tiene que pillar por sorpresa
Es imposible que lo tenga todo planeado al 100%, pero lo debe parecer. Es imposible que haya cosas que se puedan controlar, pero la actitud del empotrador siempre debe ser firme e ir con la cabeza alta.
Esta seguridad no solo la debe mantener con la actitud, sino también con su vestuario: tendrá que estar bien vestido, incluso en aquellas situaciones que puedan resultar más desahogadas.
Además, debe poseer una sensualidad que tiene que nacer de forma natural. No se puede obtener con ninguna mejora externa.
4. Aleja los mitos de tu mente
Hay que tener en cuenta que el empotrador no responde a ningún estereotipo estético, por lo que casi cualquier hombre puede serlo.
Ten en cuenta que el tamaño importa, pero en ningún caso te va a dar alguna garantía.
Por otra parte, asegúrate de alejar el alcohol de tu boca si quieres ser un empotrador; debes rendir en el sexo y el alcohol no hace buenas migas con esta práctica.
Ahora que ya sabes que es un empotrador, y conoces algunas claves para empezar a serlo, te recomendamos empezar a practicar desde ya mismo.
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