Hay muchas cosas que nos excitan en el día a día: nos puede excitar una fragancia, un sonido, incluso hasta hay personas que se excitan comiendo. Por supuesto, también nos excitamos con el tacto.
Las zonas erógenas son partes de nuestro cuerpo que sus susceptibles a la excitación sexual. Si alguien las toca o las acaricia, obtendremos placer.
Lo mejor que podemos hacer es explorarnos y buscarlas por nuestra cuenta, ya que solo así le podremos decir a nuestra pareja que es lo que nos gusta y que es lo que queremos que nos haga, para mejorar nuestras relaciones sexuales.
Aquí vamos a ver algunas de las zonas erógenas de tu pareja más interesantes y cómo estimularlas:
¿Cuáles son las zonas erógenas más comunes y cómo estimularlas?
Labios y orejas
Son dos zonas erógenas por excelencia que la gran mayoría de nosotros olvidamos estimular. No hace falta más que pasar la lengua por los labios de tu pareja, o tocarlos por los dedos, para notar como se va incrementado notablemente su placer. Es una de las zonas erogenas para los preliminares que mejor estimulación producen.
También puedes morderlos, pero debes asegurarte de que el mordisco sea suave, sutil, ya que es una parte del cuerpo muy sensible. Incluso podemos estimularlos por nuestra cuenta, acariciándolos de forma sutil cuando estamos en solitario.
Cuello y nuca
Otra de las zonas más erógenas del cuello en las que deberíamos trabajar con mucho detalle. Empieza a acariciarlas poco a poco para así incrementar levemente el deseo sexual. Puedes pedirle a tu pareja que te bese estas zonas de forma suave, que las lama, o hasta que te dé algunos pequeños mordiscos cubriendo la zona que va desde el hombro hacia a la oreja.
De la misma manera que en el caso anterior, también puedes trabajar estas zonas por tu cuenta: para ello, simplemente acarícialas lentamente, muy suave, cubriendo desde la zona del cuello hasta a los hombros. Nunca se sabe que es lo que vas a encontrar en este recorrido.
Muñecas, manos o pies
Está más que comprobado que los dedos, de las manos o de los pies, suponen un buen punto de partida desde el que empezar a buscar el placer. Lo mismo ocurre con los tobillos y con las muñecas, aunque cada persona es un mundo.
Algunas personas no soportan que les toquen los pies, mientras que a otras les encantan. Simplemente prueba a ver como te sientes y luego deja que te lo haga tu pareja.
Si sientes algún tipo de comodidad no pasa nada, recuerda que hay muchas otras zonas erógenas que puedes probar a estimular.
Cintura y nalgas
El culo es una parte del cuerpo que se relaciona con el deseo sexual, aunque no es de los más erógenos. Está comprobado que el hecho de que tu pareja te toque el trasero potencia tu imaginación y creatividad. Además, es un detector infalible para detectar cuando tu pareja quiere tema.
Pechos
Los pechos también son una zona sexual por excelencia. Es un área muy erógena, aunque hay que saber de qué manera se tienen que excitar. Aquí también entra la duda de cual es la zona que prefieren los hombres, pero cada uno con sus gustos.
Un buen sistema consiste en acariciar la zona lateral, el área que cubre desde la axila hasta a la cintura. Dedica todo el tiempo necesario a la aureola con las yemas de los dedos, pero sin hacerlo demasiado fuerte, ya que es una zona muy sensible. También puedes dar algunos ligeros pellizcos o usar toda la mano para apretar el pecho.
¿Sabías que algunas mujeres pueden llegar al orgasmo con la estimulación única de los pezones? Aunque no es fácil de lograr.
Estas son las principales zonas erógenas y algunas formas de estimularlas.